El siglo XX fue casi letal para la ría de O Burgo. Vertidos domésticos urbanos de una población de casi 400.000 habitantes y otros procedentes de industrias instaladas en la zona contaminaron sin control este espacio natural de agua salada ubicado entre los ayuntamientos de A Coruña, Cambre, Culleredo y Oleiros. Especialmente grave fue lo que sucedió entre 1940 y 1990. Hasta seis tipos de metales pesados se acumularon en los fondos de la ría procedentes de una fábrica de fertilizantes, conocida como La Cross, que realizó su actividad en las proximidades durante esas décadas.